Villa Immacolatella, finca histórica de la familia Curatolo, toma su nombre de la antigua iglesia rural dedicada a la Virgen de la Inmaculada Concepción. Sus orígenes se remontan a principios de 1700, como lo demuestran los portales de piedra toba local. En la segunda mitad del siglo XIX, el barón Melchiorre Curatolo Saura Duca di Castelmonte quería transformar el baglio en una de las residencias de su país. Hoy, el estado ha sido convertido en una empresa moderna y multifuncional por el barón Giovanni Emanuele, agrónomo paisajista y profesor universitario, por su esposa Anna con la colaboración de sus hijos Davide, Maria Luisa y Roberto.